Desperté tarde. Había dormido muy inquieta. Al levantarme me miré al espejo, que me mostró sólo la mitad de mi rostro. Me alejé un poco, sintiendo que algo me arrastraba, me arrastraba... Me llevé una mano a la garganta: un ahogo me impedía grita.
Abrí la ventana, me lancé hacia un cielo amenazanteñ. Y me remonté más allá de las nubes volando con alas de cristal. Entre truenos azules y relámpagos dorados. La neblina se bañó en mis ojos y nada veía. Mi aterido cuerpo continuaba su viaje a través de las praderas del tiempo y el espacio.
Los dardos del silencio fueron apoderándose de mí. En el río encontré la otra mitad de mi rostro.
1 comentario:
El secreto no es realmente un secreto, sino una verdad a medias. Todos sabemos la respuesta, pero no nos atrevemos a asegurar que esta es la definitiva. La sentimos, esa respuesta, la vivimos dia a dia, pero cuando sentimos que transgredemos la verdad ajena duadamos de nuestra convicción. Millones de vidas, de respuestas, de verdades, de scretos apenas susurrados a los oidos inseguros de nuestos minutos en solitario. ¿por que estamos vivos? yo lo se... pero no estoy seguro.
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